sábado, 8 de septiembre de 2012

   Que loco la charla con Viqi de ayer a la noche. No me gusta verla llorar, siendo ella siempre tan feliz con esa sonrisota enorme por la vida. Que feo! Pero fue linda la charla, dijo muchas cosas que diría yo. Por un momento me sentí feliz, de entonces, no ser la única con la manía de no querer crecer, aunque no sé si me hubiera agarrado tanta angustia en algún momento, puede ser que haya guardado todo por mucho tiempo, y como dijo ella, vio a Stella y encontró ese alguien que la tranquilizara y le dijera que todo iba a estar bien, que no hay que preocuparse. Era todo muy raro, porque siempre tuve y sigo teniendo a Vi como una de las más responsables de nosotras, siempre laburó, desde muy chica. Pero creo que eso, justamente es lo que le duele, es no poder mantenerse sola, o necesitar seguir pidiéndole guita a los viejos. Y el problema debe ser que si quiere estudiar y sacarse el profesorado de encima no le dan los horarios para laburar y ya la está sufriendo. Aunque, como yo le dije, sabe que los viejos la van a bancar y que ella cuando se reciba va a poder bancarlo y darle miles de gustos a ellos, y lo se que va a hacerlo. Igual no me gustó verla tan mal, eran crisis que no la veía a Viqi con ESAS crisis, diciendo no me quiero casar, no quiero tener hijos, no quiero tener responsabilidades, o sea dale, no es necesario que las tengas todavía. No tenemos ni veinte años todavía, no nos toca pensar en eso por ahora, esperemos un rato más, hay que disfrutar un rato, es lo lindo de seguir siendo NO TAN grandes, que lindo fue tranquilizarla. Y escuchar que nos invitó a cada una por separado a su cumpleaños porque lo quiere hacer entre su gente importante, y que aunque no nos veamos casi nunca, siempre que nos vemos nos llevamos bien, y siempre nos gusta saber qué es de la vida del otro. Es una tierna, y una personita hermosa, así que un orgullo poder compartir ese 31 con ella para festejar sus veinte también.

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