miércoles, 27 de febrero de 2013

    Podemos hablar de la tremenda peste de mierda que me agarré la semana pasada y casi se queda con mi vida entera? 
    Mamaaá sigo sin entender qué hago hablando, y comiendo felizmente, creí que jamás lo iba a volver a hacer. La pasé mal, re mal. Estoy un poco harta de sentirme mal cada mes por medio con estos aparatos del orto. Me agarré alta anginas con ampollas, aftas y placas, hermoso. Todo junto, una divinura. No había parte de la boca que no me doliera a morir. No quería comer nunca más, o si quería comer pero que no pasase por mi boca, me dolía mucho como para hacerlo. Así que no comía, así estoy en 46kgs. Cosa que no me jode, me encantó, ojala fuera tan fácil adelgazar siempre, pero si hay que pasar por esto de nuevo, no gracias. 
     La garganta es lo que menos me dolía, mi sufrimiento se resumía en mi lengua raspándose contra mis aparatos de adentro y la goma nueva que me mando Cata atravesando el paladar, además del paladar todo hinchado, que me hacía ver las estrellas cada vez que algo lo tocaba, aunque sea hasta agua. Que dolor mamita por favor! No se lo deseo a nadie, que feo fue. Aún ahora, con casi toda la boca curada, me sigue doliendo. Porque además, eso no era todo, tenía aftas por cachetes, paladar, lengua y garganta. Y las de los cachetes eran imposibles de tener, eran imposibles, siempre estaban rozándome con los aparatos de arriba, y siguen haciéndolo, esas me quedan, no las del paladar, pero las de los labios y cachetes si. 
    La primer semana que creí que iba a ser la peor, porque no lograba salir de los 39 grados de fiebre, fue la más tranqui. Al tener tanta fiebre era simple la cosa, Ibupirac y te dormías, hasta despertaste llena de calor con 37,5 grados que era hasta lo mucho que bajaba. Pero ya la segunda semana cuando la fiebre estaba totalmente controlada, no había forma de hacerme dormir con este dolor de boca, por lo que rezaba para que me vuelva la fiebre y me deje tumbada bien muerta sin ganas de abrir los ojos para que esto no doliera más. 
     Pero bueeno, eso ya pasó, ahora tengo la boca casi sana, la garganta totalmente, y volví a recuperar mis capacidades de habla y alimentación casi a la perfección, a atacar almuerzos y cenas y los rochersss de mi cumpleaños en paz. A esperar al quince de marzo a el bendito turno de Cata, para que me cambie todo el panorama nuevamente, feliz feliz feliz

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