jueves, 9 de agosto de 2012


   Ayer me iban a sacar el otro diente, zafé. Cata, después de romperme las pelotas cada vez que iba estas últimas veces para sacarmelo, se olvidó las cosas la boluda. Fue genial, porque por alguna razón, motivo o circunstacia no estaba preparada psicologicamente para el pinchazo ni para la boca sangrando una vez más.

   Igual más tierna mamá, me había hecho milanesas a la tarde, por si era la última vez en meses que podía morder. Porque si ahora se me complica, & muerdo solo con aquel lado, no quiero saber que va a pasar cuando me saquen el de aquel lado & no tenga otra cosa con la que morder que no sean las muelas bien atrás. Maldición! Que boca del orto me ha tocado señores.

   Por otreo lado, me quería sacar el alambre del costado, con el que a trayendo el otro diente, & no pudo, por qué? Porque la encía lo envajino, si, se lo comió, lo metió para adentro, queríamos cortarlo y poder sacar una parte de un lado y la otra del otro, porque está recontra enterrado, no es que lo cubrió nada más, pero imposible, porque lo que quedó adentro fue el rulo, no el alambrito solo. Me quiero morir, pero me dijo que me lo va a sacar cuando tenga la anestecia puesta, porque me va a doler & no sabe si no va a tener que cortar. Esta vez me puso un poco de antestecia pero igual era imposible sacarlo tirando nada más.

   En fin, esa fue la visita a Cata, frustradisima, ahora hay que bancar hasta el viernes que viene, para que ahí si, venga el sufrimiento final, esperemos! 

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